15 diciembre, 2018

Para leer Savitri. El Libro del Yoga.

Atrás han quedado, en esta lectura serial del poema Savitri, el Libro IV: El libro del Nacimiento y de la Búsqueda, el Libro V: El Libro del Amor, y el libro VI: El Libro del Destino.
Las enseñanzas de Sri Aurobindo están plasmadas en esos libros como lo están a lo largo de todo el poema. Si bien es cierto que resulta difícil hacerse una idea del conjunto de esas enseñanzas mediante una lectura seriada, no lo es menos que ésta facilita la lectura y que la falta de visión de conjunto queda compensada por el contenido mántrico de cada verso, de cada frase, que puede evocar en nuestro interior resonancias puntuales de algo que vibra al unísono con alguno de los contenidos leídos.
Pero si, como ha quedado dicho, las enseñanzas de Sri Aurobindo van apareciendo a lo largo de todo el poema, lo hacen de una manera más patente, en lo que al yoga respecta, en este libro actual: El Libro del Yoga.
Se trata del libro que relata el yoga de la heroína y por lo tanto, desde nuestra perspectiva de lectores y de la misma forma que pueda suceder en la lectura de cualquier otro relato, puede ser también tomado como el libro de nuestro yoga. Pero siendo las enseñanzas de Sri Aurobindo no siempre fáciles de captar, el yoga que aquí va a ser explicitado podría pasarnos desapercibido si no tuviéramos noticia, si no estuviéramos al tanto, al menos de algunas claves que nos faciliten su percepción.
No nos diferenciamos en ello de nuestra heroína, pues de la misma forma que al lector le haya podido pasar desapercibido el yoga contenido en los libros citados anteriormente, también ha pasado hasta ahora desapercibido para Savitri. Un yoga desapercibido pero que se está produciendo sin ella saberlo.
Recordemos algunos de los versos iniciales del canto IV: La Búsqueda (página 377):
Al principio el exotismo de nuevas escenas radiantes
poblaba su mente y atraía su mirada física.
Mas conforme se desplazaba a través de la cambiante tierra
una consciencia más profunda brotaba en ella:
Estos espacios poco familiares de su camino
resultaban conocidos y próximos para un sentido interior,
Es decir que al comenzar el viaje, Savitri sólo se fijaba en todo lo externo, como posiblemente ocurre en el viaje del hombre, hasta que en un momento determinado una consciencia, un sentido interior va despertando en ella.
Pero ese despertar incipiente, difuso, de la conciencia interior de Savitri, va a convertirse en algo más consciente y el yoga va a resultar más patente, pasando a un primer plano, empujado sin duda por la grave situación –la muerte de Satyavan, sólo conocida por ella– que en adelante deberá afrontar.
En esta parte correspondiente al yoga de Savitri, van a hacerse más explícitos o visibles ciertos elementos, ciertos sujetos de la acción, que aun habiendo aparecido con anterioridad en el poema, van a resultar ahora participantes más activos del mismo.
Dentro del yoga de Sri Aurobindo hay unas realidades que nosotros estamos acostumbrados a tratar como meros conceptos, pero a los que Sri Aurobindo da carta de naturaleza y de existencia real y no meramente conceptual o poética. Merece la pena transcribir aquí las palabras de un discípulo de Sri Aurobindo y de Madre:
La palabra "espiritual" es usada a menudo de forma imprecisa. Generalmente la gente lo hace para significar una mente o una vida elevada, expresándose en un sentido llano que no es necesariamente el sentido "espiritual". Espiritual significa lo que atañe al espíritu y ninguna otra cosa. Poca gente sabe qué es su espíritu. Saben que tienen un alma pero desconocen cómo actúa. Sólo cuando uno se vuelve consciente del alma a través de una sincera disciplina yóguica puede convertirse en un verdadero servidor e instrumento del Divino.”
Udar Pinto, conversación con Anie Nunnally. The Golden Path.
Acorde con estos principios, el alma de cada hombre, que permanece en un plano no evolutivo, inmutable, eterno, al efecto de participar en el proceso evolutivo de la tierra y del hombre, destaca de sí un elemento, una especie de delegación que puede participar en el proceso de la Naturaleza. Esta delegación del alma, a la que Sri Aurobindo designa en ocasiones únicamente como alma, adopta en su manifestación dentro de la Naturaleza, y de cada hombre, dos aspectos, dos facetas, dos polos de una misma realidad. En uno de los polos, situado físicamente por encima de la cabeza, está el espíritu, en el otro polo, y situado en la zona del corazón, se encuentra lo que Sri Aurobindo denomina ser psíquico. Ambos van a actuar a partir de ahora de forma visible, expresa, en la vida de Savitri, apoyándola y dirigiéndola en su yoga.
Sri Aurobindo hace la presentación de este nuevo personaje o protagonista del poema ya desde los primeros versos del Libro del Yoga, definiendo algunas de sus cualidades de la siguiente manera:
Ecuánime por encima de la marcha de los días,
su inmóvil espíritu observaba la premura del Tiempo,
estatua de pasión y de fuerza invencible,
absolutismo de suave voluntad imperiosa,
tranquilidad y violencia de los dioses
indómito e inmutable.

(Libro VII. El Libro del Yoga. Canto I: La Alegría de la Unión y la Ordalía del Conocimiento Previo de la Muerte, pág. 468)
De la misma forma, un poco más adelante avanzando en el Libro del Yoga, en su Canto II, asistiremos a la aparición del ser psíquico de Savitri, que en contestación al requerimiento de la Voz de su propia alma inmortal, se presenta de la siguiente manera:
“Soy tu porción aquí encargada de tu trabajo,
como tú eres mi propio yo asentado por siempre en lo alto,
habla a mis profundidades, oh gran e inmortal Voz,
ordena, puesto que estoy aquí para hacer tu voluntad.”

(Libro VII. El Libro del Yoga. Canto II: La Parábola de la Búsqueda del Alma, pág. 476)

01 diciembre, 2018

El Sol de la risa divina.

Y nada nos impedirá entonces, conocer, comprender, sentir y vivir esta maravillosa Risa del Supremo que experimenta una alegría infinita al observarse a sí mismo vivir infinitamente.
La Madre

Del libro de Ruud Lohman "Matrimandir el Alma de Auroville".

16 noviembre, 2018

Libro VII: El Libro del Yoga. Canto I: La Alegría de la Unión​ ​y la Ordalía del Conocimiento Previo de la Muerte.

[465b]
Tras conocer la profecía de Narad, según la cual a Satyavan sólo le queda un año de vida, Savitri parte hacia a su encuentro, cumplimentando su destino.

Todo era consumado cuanto el corazón de Savitri
[de la suavidad de la flor y adamantino*, apasionado y calmo],
había elegido y sobre la inflexible vía de su determinación
forzada hasta su desenlace la larga curva cósmica.

Una vez más se sentaba tras poderosos cascos presurosos;
una velocidad de armados escuadrones* y una voz
de carretas oída en la lejanía la conducían desde su hogar.

Una tierra postrada despertada de su mudo ensueño
la contemplaba desde una vasta indolencia:
montañas envueltas en brillante bruma, extensos llanos
que se repantingaban a sus anchas bajo los cielos de verano,
región tras región espaciosas al sol,
ciudades como crisolitas* de lejano fulgor
y ríos amarillos discurriendo cual cabellera de león
conducían hacia la esmeralda línea fronteriza de Shalwa,
feliz frente de graníticas vastedades
y austeros picos y soledades de titán.

De nuevo estaba próxima al hermoso y fatídico lugar,
los márgenes esplendentes con la delicia de los bosques
en donde por primera vez encontró el rostro de Satyavan
y él contempló como quien despierta dentro de un sueño
una belleza y una realidad no pertenecientes al Tiempo,
la dulzura de dorada luna de la hija del cielo nacida en la tierra.

Retrocedía el pasado y se aproximaba el futuro:
atrás en la lejanía quedaban ahora los espaciosos salones de Madra,
los blancos pilares tallados, las frescas alcobas umbrías,
los coloreados mosaicos de los suelos de cristal,
los elevados pabellones, los estanques rizados por el viento
y los jardines vibrando con el murmullo de las abejas,
pronto olvidados o una pálida memoria
el salpicar de las fuentes en el estanque bordeado de piedra blanca,
el amable solemne trance acogedor del apogeo solar,
el sueño gris de la columnata en el quieto atardecer,
el lento ascenso de la luna deslizándose en la Noche.

Lejanas quedaban ahora las caras familiares,
el feliz parloteo de seda en labios risueños
y el cercano y apretado abrazo de manos entrañables
y el brillo de adoración en ojos queridos
ofrecido a la única soberana de sus vidas.

La primal soledad de la Naturaleza estaba aquí:
aquí sólo había la voz de pájaro y de bestia, —
el exilio del asceta [en la amplia selva inhumana
de alma sutil] lejos del preciado sonido
de la alegre conversación del hombre y de sus atareados días.


Notas:
adamantino: de la textura del diamante, de extremada dureza, inquebrantable.
armados escuadrones: en alusión a la escolta de Savitri.
crisolita: Variedad del olivino, de color verde pálido; piedra semipreciosa.

01 noviembre, 2018

El Sol de la risa divina

Y el Sol, este Sol de la risa divina que está en el centro de todo, sólo necesitamos aprender a verlo, a sentirlo, a vivirlo.
La Madre
Del libro de Ruud Lohman "Matrimandir el Alma de Auroville", citado en el ejemplar nº 40 de la revista anual "Savitri" editada por la Fundación Centro Sri Aurobindo.

15 octubre, 2018

Libro VII: El Libro del Yoga. Canto I: La Alegría de la Unión y la Ordalía del Conocimiento Previo de la Muerte 465

Tras conocer la profecía de Narad, según la cual a Satyavan sólo le queda un año de vida, Savitri se prepara para partir de nuevo a su encuentro, cumplimentando su destino.

El Destino [de Savitri] seguía su prevista inmutable vía.

Las esperanzas y anhelos del hombre construyen las ruedas viajeras
que llevan el cuerpo de su destino
y conducen su ciega voluntad hacia una meta desconocida.

Su destino en el interior modela sus actos y toma decisiones;
su faz y su forma ya han nacido en él,
su origen se encuentra en su alma secreta:
aquí la Materia parece moldear la vida del cuerpo
y que el alma sigue adonde su naturaleza* conduce.

Naturaleza y Destino constriñen la elección de su libre voluntad.

Mas los espíritus más grandes pueden revertir este balance
y hacer del alma la artífice de su destino.

Ésta es la mística verdad que nuestra ignorancia oculta:
la Fatalidad es un pasaje para nuestra fuerza innata,
nuestra ordalía* es la recóndita elección del espíritu,
Ananke* es la propia determinación de nuestro ser.


Notas:
su naturaleza: de la Materia
ordalía: Terrible prueba ritual utilizada en la antigüedad para establecer la veracidad de una declaración. Aquí hace referencia a la terrible prueba a la que se va a enfrentar Savitri a lo largo del año junto a Satyavan, por el conocimiento de su muerte; en general, prueba o pruebas que el destino trae a los hombres.
Ananke: Mit. griega. Personificación de la inevitabilidad, la necesidad, la compulsión y la ineludibilidad. “Necessitas” en la mitología romana.

30 septiembre, 2018

El darshan de la mañana

Cada mañana en el balcón, después de establecer un contacto consciente con cada uno de los que están presentes, me identifico con el Señor Supremo y me disuelvo completamente en Él. Entonces mi cuerpo, completamente pasivo, no es sino un canal a través del cual el Señor pasa Sus fuerzas libremente y derrama sobre nosotros toda su Luz, su Consciencia y su Gozo, de acuerdo a la receptividad de cada uno.

La Madre

15 septiembre, 2018

Libro V: El Libro del Amor. Canto III: Satyavan y Savitri 411

Luego por la estrecha senda en donde sus vidas se habían encontrado
la condujo y le mostró su mundo a partir de ahora,
refugio de amor y rincón de solitaria felicidad.
Al final de la vereda a través de un verde claro entre los árboles
vio ella una agrupada línea de techos de eremita
y por primera vez se fijó en el futuro hogar de su corazón,
el techo de paja que cubría la vida de Satyavan.

Adornado con enredaderas y trepadoras flores rojas
a sus sueños parecía una rústica belleza
durmiendo con cuerpo bronceado y desarreglado cabello
en su inviolada cámara de paz esmeralda.
Alrededor se extendía la anacoreta atmósfera de la selva
perdida en las profundidades de su propia soledad.
Entonces llevada por la profunda alegría que no podía expresar,
una pequeña parte de ella trémula en sus palabras,
su feliz voz exclamó a Satyavan:
“Mi corazón permanecerá aquí en este linde del bosque
y cerca de este techado de paja mientras me encuentre lejos:
ahora ya no tiene necesidad de nuevos recorridos.

Pues debo ahora tornar a la casa de mi padre
que pronto perderá unos amados pasos habituales
y en vano atenderá por una voz una vez preciada.

Pero en seguida regresaré para que nunca más
la unidad pueda dividir su recobrado gozo
o el destino separar nuestras vidas mientras vivamos.”

Una vez más montó en el esculpido carro
y bajo el ardor de un cálido mediodía
menos espléndido que el esplendor de sus pensamientos y sus sueños
partió con rienda presurosa, ligero corazón mas todavía veía
en la calma lucidez de la visión del mundo interior
a través de la espléndida penumbra de los frescos fragantes bosques
en sendas umbrías entre enormes troncos robustos
pasear hacia un tranquilo claro a Satyavan.

Una nave de árboles consagraba la ermita de paja,
nuevo refugio escondido de su felicidad,
templo y hogar preferido por su alma al cielo.

Que ahora permanecía* con ella, constante escena de su corazón.


Notas:
Que ahora permanecía…: la ermita.

Fin del Canto Tres
Fin del Libro Cinco

15 agosto, 2018

15 de Agosto de 1872

Una cúpula de la arquitectura de los mundos,
un misterio de Tierra y Cielo maridados,
anexaron divinidad al esquema mortal.

Un Vidente había nacido, un brillante Huésped del Tiempo.
...

A medida que crecía en su yo más vasto,
lo humano disponía cada vez menos sus movimientos;
un ser más noble veía un mundo más noble.

Una intrépida voluntad de conocimiento se atrevió a borrar
las líneas de seguridad trazadas por la Razón que impiden
el vuelo de la mente, la inmersión del alma en el Infinito.

Incluso sus primeros pasos rompían nuestras pequeñas ataduras terrestres
y discurrían despreocupadamente en un aire más vasto y más libre.

Con manos sustentadas por un Poder transfigurador
alzó con ligereza [cual arco de un gigante
dejado durmiente en una cueva secreta y sellada]
los poderes que duermen sin uso en el interior del hombre.

Hizo del milagro un acto normal
y convirtió en parte común de los trabajos divinos,
espléndidamente naturales a esta altura,
esfuerzos que podrían haber hecho añicos el temple de corazones mortales,

persiguió con la autoridad de una suprema facilidad
propósitos demasiado sublimes para la voluntad habitual de la Naturaleza:
los dones del espíritu se acumulaban en él;
eran el patrón de su vida y su privilegio.

Sri Aurobindo. Savitri: El Yoga del Rey: El Yoga de la Liberación del Alma

01 agosto, 2018

Consciencia

Para el místico no hay tal abstracción. Todo aquello que para la mente intelectual es una abstracción, tiene una concreción, una sustancialidad que es más real que la forma sensible de un objeto o de un evento físico. Para mí, por ejemplo, la consciencia es la propia sustancia de la existencia y puedo percibirla por doquier, envolviendo y penetrando la roca de igual forma que al hombre o al animal.

Sri Aurobindo. Cartas sobre Savitri.

15 julio, 2018

Libro V: El Libro del Amor. Canto III: Satyavan y Savitri, 410

En un amplio momento de dos almas que se encuentran
sintió ella su ser fluir dentro de él como en olas
se derrama un río dentro de un poderoso mar.

Como cuando un alma se está fundiendo en el seno de Dios
para por siempre vivir en Él conoce Su alegría,
su conciencia se volvió consciente de él solo
y todo su separado ser se perdió en el de él.

Cual cielo estrellado que rodea la feliz tierra,
la encerró él dentro de sí en un círculo de felicidad
y encerró el mundo dentro de él mismo y de ella.

Un aislamiento ilimitado hizo de ellos uno;
consciente de ella envolviéndole
la dejó penetrar hasta su mismísima alma
como si un mundo fuera colmado por el espíritu del mundo,
como lo mortal despierta dentro de la Eternidad,
como lo finito se abre a lo Infinito.

Así se perdieron el uno en el otro por un momento,
luego retirándose de su prolongado trance de éxtasis
devinieron un nuevo ser y un nuevo mundo.

Cada uno era ahora una parte de la unidad del otro,
el mundo no era sino el escenario del encuentro de dos
o la estructura más amplia de su propio ser maridado.

En el alto brillo de la cúpula del día
el Hado hizo un nudo con los hilos del halo de la mañana
mientras por ministerio de una hora auspiciosa
corazones uncidos ante el sol, sus nupcias de fuego,
el matrimonio del Señor eterno y su Esposa
tuvo lugar una vez más sobre la tierra en formas humanas:
en un nuevo acto del drama del mundo
los Dos unidos iniciaron una edad más grande.

En el silencio y murmullo de este mundo esmeralda
y el siseo de sagrado verso del viento sacerdotal,
entre el susurro coral de las hojas
los gemelos de amor se habían juntado y eran uno.

El natural milagro se obraba una vez más:
en el inmutable mundo ideal
un momento humano devenía eterno.

01 julio, 2018

Darhsan

   Veía a la Madre dos veces al día. Acostumbraba a dar darshan por las mañanas en el espacio de meditación. Por las tardes subíamos para el darshan a la parte alta de las escaleras. Recuerdo mi primer darshan con la Madre. La vi sentada en lo alto de las escaleras llevando el más exquisito y bello sari azul. Sus ojos eran algo indescriptible. Quedé abrumada por la experiencia. Quedábamos cautivados por ella de forma inmediata.

   El poder de Sri Aurobindo era muy diferente. Lo veía sólo con ocasión de los cuatro darshans que daba a lo largo del año. Pasábamos ante él uno por uno rápidamente, pero él ¡transmitía tanta Fuerza al interior de cada uno de nosotros en tan corto espacio de tiempo! Recuerdo un darshan en el mes de Abril, al atardecer, sentados en el patio esperando para subir por las escaleras. Podía sentir palpablemente retemblar todo el patio hacia atrás y hacia delante debido a la cantidad de Fuerza que emanaba de su presencia. Ésta es una de las razones por la que los niños no eran admitidos en el Ashram hasta una cierta edad. Tan grande era la fuerza. A menudo enfermaban.

   Durante mi primer darshan, conforme me aproximaba a la habitación interior, al alcanzar la puerta pude sentir dos rayos de luz penetrando en mi pecho. Todavía permanecía en la puerta cuando lo sentí. Al pasar ante Sri Aurobindo fue como si estuviera en trance y al alejarme permanecía todavía en ese estado.

   Sin embargo en cierta ocasión estaba hablando con la Madre antes de un darshan con Sri Aurobindo. Le dije:
 -Madre, yo no "veo" a Sri Aurobindo durante los darshans. Claro que lo veo físicamente, pero tengo la impresión de que no lo veo interiormente. La Madre dijo: -Sí, es cierto, resulta muy difícil.
- Pero Madre, otros me dicen que ellos lo "ven". Ella dijo: -Tal vez sólo lo aparentan. Después de esto, en el siguiente darshan "vi" a Sri Aurobindo de una forma totalmente diferente. La Madre había abierto mi visión interior y me había dado la capacidad de "ver" verdaderamente a Sri Aurobindo.

Tehmi Masalawalla, conversación con Anie Nunnally. The Golden Path.

15 junio, 2018

Libro V: El Libro del Amor. Canto III: Satyavan y Savitri, 409b

En intenso perfume e inmersos en color*
fundieron las coloreadas muestras de su anhelo e hicieron
del florecer se su pureza y de su pasión uno.

Un sacramento de alegría en atesorantes palmas*
portaba ella, símbolo florido de su ofrendada vida,
entonces con manos alzadas ahora algo temblorosas
a causa de la misma proximidad que su alma deseaba,
este vínculo de dulzura, brillante signo de su unión,
depositó sobre el pecho ardientemente deseado por su amor.*

Como reclinada ante un gracioso dios
que desde la bruma de su grandeza ha brillado
para colmar de belleza las horas de sus adoradores,
se inclinó ella y tocó sus pies con manos adorantes;
convirtió su vida en su mundo para que él lo hollara
e hizo de su cuerpo la habitación de su deleite,
su palpitante corazón un recordatorio de felicidad.

Él se inclinó hacia ella y la atrajo hacia sí
su maridado anhelo juntaron cual reunidas esperanzas;
como un rico mundo entero repentinamente poseído,
desposada a todo cuanto él había sido, se convirtió en él,
inagotable alegría hecha suya sola,
él envolvió a Savitri toda entre sus brazos.

Rodeándola su abrazo se convirtió en el signo
de una estrecha relación a través de los lentos íntimos años,
primer dulce resumen de la dicha por venir,
breve intensidad de toda una larga vida.

Notas:
… e inmersos en color: Satyavan y Savitri.
Un sacramento de alegría en atesorantes palmas: la guirnalda (véase fin de 409) que Savitri lleva en sus manos como un tesoro.
depositó sobre el pecho (de Sat.) ardientemente deseado por su (de Sav.) amor.

02 junio, 2018

Lo Incognoscible cognoscible

Hay por tanto una suprema Realidad eterna, absoluta e infinita. Puesto que es absoluta e infinita, es en esencia indeterminable. Es indefinible e inconcebible para la mente finita y definitoria; es inefable para la palabra creada por la mente; no es descriptible ni por nuestras negaciones, neti, neti, –puesto que no podemos delimitarla diciendo no es esto, no es aquello,– ni por nuestras afirmaciones, puesto que no podemos determinarla diciendo es esto, es aquello, iti, iti. Y sin embargo aunque incognoscible para nosotros a través de esas vías, no es completamente y por todas las vías incognoscible; es autoevidente para sí misma y, aunque inexpresable, sin embargo resulta autoevidente para un conocimiento por identidad del que el ser espiritual en nosotros debe ser capaz; pues este ser espiritual no es en su esencia y en su original e íntima realidad ninguna otra cosa que esa Suprema Existencia.

Sri Aurobindo. La vida Divina. Libro II-Capítulo II.

16 mayo, 2018

Libro V: El Libro del Amor. Canto III: Satyavan y Savitri, 409

Fascinada hasta las pestañas por sus apasionadas palabras*
su alma desde lo más profundo lo contemplaba a través de sus ojos;
luego desbordando sus labios en límpidos sonidos habló.

Sólo pronunció esta palabra expresiva de todo:
"Oh Satyavan, te he escuchado y ahora sé;
sé que tú y sólo tú eres él."

Bajó entonces de su elevada carreta esculpida
descendiendo con suave y titubeante presteza;
su multicolor vestido refulgente a la luz
planeó un instante sobre la hierba agitada por el viento,
mezclado con un destello del rayo de su cuerpo
cual hermoso plumaje de un ave que se posa.

Sus relucientes pies sobre el verde-dorado césped
esparcieron una memoria de rayos viajeros
y ligeramente oprimieron el inexpresado deseo de la tierra
acariciado en su demasiado breve paso por el suelo.

Luego revoloteando cual mariposas de pálido brillo sus manos*
tomaron de los soleados brazos* del linde de la selva
un manojo de los arracimados enjambres de sus enjoyadas caras,*
compañeras de la primavera y de la brisa.

Cándida guirnalda dispuesta de forma sencilla
sus ágiles dedos prepararon un florido canto,
el estrofado movimiento de un himno nupcial.

Notas:
… sus apasionadas palabras: de Satyavan.
… sus manos: de Savitri.
…brazos del linde de la selva: en alusión a las ramas.
… sus enjoyadas caras: en alusión a las hojas.

01 mayo, 2018

Relaciones de auténtica fraternidad

     Pues en ese sitio ideal, el dinero no sería ya el señor soberano. El valor individual tendría una importancia mayor que el debido a la riqueza material y a la posición social. El trabajo no sería allí el medio para ganarse la vida, sino el medio por el cual el individuo podría expresarse y desarrollar sus propias capacidades y posibilidades, prestando al mismo tiempo su servicio a la totalidad del grupo, que aseguraría por su parte la subsistencia y el ámbito laboral necesarios para cada uno.

     En pocas palabras, sería un lugar donde las relaciones entre los seres humanos, basadas por lo común casi exclusivamente en la competición y la lucha, serían reemplazadas por relaciones de emulación en la realización del bien, en la colaboración, relaciones de auténtica fraternidad.

—La Madre

15 abril, 2018

Libro V: El Libro del Amor. Canto III: Satyavan y Savitri, 408

Pues ahora otro reino
​*​
se aproxima contigo
y ahora voces más divinas colman mi oído,
un extraño mundo nuevo se desliza en mí desde tu mirada
aproximándose cual estrella desde desconocidos cielos;
un grito de las esferas llega contigo y un canto
de flamígeros dioses. Un aliento más saludable cobro
y en una más intensa marcha de momentos me muevo.

Mi mente se transfigura en rapturoso vidente.

Una cresta de espuma viajando a través de olas de felicidad
ha cambiado mi corazón y la tierra que me rodea:
todo se colma con tu llegada. Aire, tierra y las corrientes aguas
se ponen vestido nupcial para ser dignas de ti
y la luz del sol se convierte en sombra de tu aspecto
a causa de la transformación que tu mirada ha producido en mi interior.

Acércate a mí desde tu carro de luz
sobre este verde césped sin desdeñar nuestro suelo.

Pues aquí hay espacios secretos hechos para ti
cuyas cuevas de esmeralda anhelan albergar tu forma.

¿No habrás de hacer de este gozo mortal tu esfera?
Desciende, oh felicidad, con tus pies de dorada luna
enriquece los suelos de esta tierra en cuyo sueño yacemos.
Oh Savitri princesa mía de luminosa belleza,
llevada de mi deleite y de tu propia alegría
entra en mi vida, tu cámara y tu santuario.

En la inmensa quietud en donde los espíritus se encuentran,
guiada por mi silencioso deseo en el interior de los bosques
permite a los umbríos arcos susurrantes inclinarse sobre ti;
una con el aliento de las cosas eternas vive,
los latidos de tu corazón cercanos al mío, hasta que de ellos surja
al embrujo de la fragancia de las flores
un momento que todos los murmullos recordarán
y que todos los pájaros reproducirán en su grito."

Notas:
Continúa y finaliza el parlamento de Satyavan comenzado en 406.
Pues ahora otro reino…: el de la trascendencia.
 

01 abril, 2018

​Dios y Naturaleza

Conocer, poseer y ser el divino ser en una consciencia animal y egoísta,
convertir nuestra crepuscular u oscura mentalidad física en la plenaria iluminación supramental,
instaurar paz y gozo autoexistente donde únicamente hay un énfasis en las satisfacciones transitorias acosadas por el dolor físico y el sufrimiento emocional,
establecer una infinita libertad en un mundo que se presenta a sí mismo como un conjunto de necesidades mecánicas,
descubrir y realizar la vida inmortal en un cuerpo sujeto a la muerte y a la mutación constante,
– esto es lo que se nos ofrece como la manifestación de Dios en la Materia y la meta de la Naturaleza en la evolución terrestre.

Sri Aurobindo. La Vida Divina. Capítulo I: La Aspiración Humana.

20 marzo, 2018

Libro V: El Libro del Amor. Canto III: Satyavan y Savitri, 406b

Antes mis días eran como los días de los demás hombres:
pensar y actuar lo era todo, vivir y disfrutar;
esta era la anchura y la altura de la mortal esperanza:
mas llegaban atisbos de un yo más profundo
que tras la Vida vive y le hace actuar su escena.

Percibía una verdad que ocultaba su forma a la mente,
una Grandeza trabajando hacia un oculto fin,
y vagamente a través de las formas de la tierra anticipaba
algo que la vida no es y que sin embargo debe ser.

Indagaba yo el Misterio con la linterna del Pensamiento.
Sus destellos
​*​
iluminaban con la palabra abstracta
un terreno a medias visible y recorriéndolo metro a metro
levantaba el mapa de un sistema del Yo y de Dios.

Yo no podía vivir la verdad de la que hablaba y pensaba
​*​
.

Me volví para alcanzar su forma en las cosas visibles,
esperando fijar su norma mediante la mente mortal,
imponía una estrecha estructura de la ley del mundo
sobre la libertad de lo Infinito,
un rígido firme esqueleto de Verdad externa,
un esquema mental de un mecánico Poder.

Esta luz mostraba aún más las oscuridades no buscadas;
hacía el Secreto original más oculto;
no podía analizar su cósmico Velo
o vislumbrar la oculta mano del Hacedor de Maravillas
y seguir la traza del diseño de sus mágicos planes.

Pero ahora el dorado vínculo viene a mí con tus pies
y Su dorado sol ha brillado en mí desde tu rostro.


Notas:
Continúa el parlamento de Satyavan comenzado en 406.
Sus destellos…: de la linterna del Pensamiento.
Yo no podía vivir la verdad de la que hablaba y pensaba: el Pensamiento.

01 marzo, 2018

El ​ toque de la Madre Suprema

Finalmente, me gustaría añadir que ​respecto a mí mismo y creo que ​respecto a todos cuantos estamos en Auroville, he llegado a la siguiente conclusión: la única esperanza y el trabajo más importante que debe ser realizado es concentrarse en traer al frente el alma que está en nuestro interior, junto con ​la luz, la alegría y la dulzura que siempre l​a acompañan. También puedo decir que durante estos últimos años, ese estado interior de felicidad y alegría ha ido ​acrecentándose y representa para mí la exclusiva base de estabilidad en un mundo cada vez más caótico. Pues se trata del toque de la Madre Suprema, la gracia y la guía que nos mantiene a través de todas las vicisitudes de la vida.

Amrit, conversación con Anie Nunnally. The Golden Path.

15 febrero, 2018

Libro V: El Libro del Amor. Canto III: Satyavan y Savitri, 406

Y Savitri, ensoñando todavía, le replicó:
"Háblame, háblame más, oh Satyavan,
háblame de ti y de todo cuanto dentro de ti eres;
quisiera conocerte como si desde siempre hubiéramos vivido
juntos en la cámara de nuestras almas.
Háblame hasta que se ilumine mi corazón
y mi conmovida mente mortal comprenda
cuanto el ser inmortal siente en mí.
Él sabe que eres tú aquel que mi espíritu ha buscado
entre la multitud de rostros y de formas de la tierra
a través de los dorados espacios de mi vida."
Y Satyavan cual arpa que replica
a la insistente llamada de la flauta
contestó a su ruego y dejó fluir hacia ella
su corazón en multicoloridas olas de palabra:
"Oh áurea princesa, perfecta Savitri,
más diría de lo que las falibles palabras pueden expresar,
de todo cuanto has significado para mí, desconocida,
todo cuanto el relámpago del amor revela
en una gran hora de dioses desvelados.
Incluso un breve contacto ha dado nueva forma a mi vida.
Pues ahora sé que todo lo que he vivido y sido
se encaminaba hacia este momento del renacimiento de mi corazón;
al volver la vista atrás sobre el significado de mí mismo,
un alma para ti dispuesta sobre el suelo de la tierra.

Notas:
Incluso un breve contacto…: Incluso este breve contacto…

01 febrero, 2018

Espiritual

La palabra "espiritual" es usada a menudo de forma imprecisa. Generalmente la gente lo hace para significar una mente o una vida elevada, expresándose en un sentido
​llano 
que no es necesariamente el sentido "espiritual". Espiritual significa lo que atañe al espíritu y ninguna otra cosa. Poca gente sabe qué es su espíritu. Saben que tienen un alma pero desconocen cómo actúa. Sólo cuando uno se vuelve consciente del alma a través de una sincera disciplina yóguica puede convertirse en un verdadero servidor e instrumento del Divino
.
Udar Pinto, conversación con Anie Nunnally. The Golden Path.

15 enero, 2018

​Libro V: El Libro del Amor. Canto III: Satyavan y Savitri, ​403

Continúa y finaliza el parlamento de Satyavan comenzado en 402.

Hijo de ese rey, yo, Satyavan, he vivido
satisfecho, por no conocerte todavía,
en mi muy poblada soledad del espíritu
y en este inmenso murmullo vital que me es familiar,
cuidado por las vastedades, pupilo de la soledad.
 
La gran Naturaleza vino a su hijo recobrado;
reinaba yo en un reino de una especie más noble
que los hombres puedan construir sobre el deslucido suelo de la Materia;
encontré la franqueza de la tierra primal,
disfruté de la intimidad del niño Dios.
 
En las espaciosas tapizadas cámaras de su estado,
libre en su palacio sin límites he morado
mimado por la cálida madre de todos nosotros,
criado en su casa con mis naturales hermanos.
 
Permanecía en el amplio abrazo desnudo del cielo,
las radiantes bendiciones de la luz solar estrechaban mi faz,
el argentino éxtasis de rayos de luna por la noche
besaba mis suaves párpados al dormir. Las mañanas de la Tierra eran mías;
atraído por los quedos murmullos de las horas vestidas de verde
vagabundeaba perdido en los bosques, predispuesto a la voz
de los vientos y de las aguas, compañero de la alegría del sol,
oyente de la palabra universal:
mi espíritu satisfecho en mi interior sabedor
de nuestra divina primogenitura, daba exuberancia a nuestra vida
cuyas más estrechas pertenencias son la tierra y los cielos.

Sentía un suave roce, oía una llamada,
mas no podía abrazar el cuerpo de mi Dios
o tomar entre mis manos los pies de la Madre del Mundo.

Mas tú has llegado y de seguro todo cambiará:
en tus dorados miembros percibiré a la Madre del Mundo
y escucharé su sabiduría en tu sagrada voz
el hijo del Vacío renacerá en Dios,
mi Materia escapará al trance de lo Inconsciente.
Mi cuerpo será libre como mi espíritu.
Escaparé de la Muerte y de la Ignorancia."

02 enero, 2018

​ Encontrar al Divino V

La otra parte de la disciplina atañe a las actividades de la naturaleza, de la mente, del ser-de-vida o vital, del ser psíquico. A este respecto el principio es hacer concordar la naturaleza con la realización interior de manera que uno no quede dividido en dos partes discordantes. Para ello existen diversas disciplinas o procesos posibles. Uno es ofrecer todas las actividades al Divino e invocar la guía interior y la asunción de la propia naturaleza por un Poder más Alto. Si se produce la apertura interior del alma, si el ser psíquico se sitúa al frente, entonces no hay gran dificultad –pues con ella llega una discriminación psíquica, una constante indicación y finalmente una guía que deja al descubierto y, de forma calma y paciente, remueve todas las imperfecciones, aporta los correctos movimientos mentales y vitales y también da una nueva forma a la consciencia física. Otro método es mantenerse distanciando, desapegado de los movimientos de la mente, de la vida, del ser físico, contemplar sus actividades tan sólo como una formación inveterada de la Naturaleza general en el individuo que nos ha sido impuesta por funcionamientos anteriores, no como una parte de nuestro ser real; en la medida en que uno tiene éxito en ello, se vuelve desapegado, ya no ve la mente y sus actividades como suya propia, la vida y sus actividades como suya propia, el cuerpo y sus actividades como suyo propio, uno se vuelve consciente de un Ser íntimo en su interior – mentar interior, vital interior, físico interior –silencioso, calmo, sin ataduras, libre, reflejo del verdadero Ser que permanece encima y del cual puede ser su representante directo; de este silente ser Interior proviene un rechazo hacia todo aquello que debe ser rechazado, una aceptación tan solo de aquello que debe ser conservado y transformado, una Voluntad interior hacia la perfección o una invocación al Poder Divino para hacer en cada momento lo necesario para el cambio de la Naturaleza. Puede también abrir la mente, la vida y el cuerpo a la todavía más íntima entidad psíquica y a su influencia que guía o a su guía directa. En la mayor parte de los casos ambos métodos emergen y trabajan juntos hasta que finalmente se funden en uno solo. Pero uno puede empezar por cualquiera de ellos, aquel que uno sienta más fácil y más natural de seguir.Por último, en todas las dificultades en donde el esfuerzo personal resulta obstaculizado, puede intervenir la ayuda del Maestro y provocar lo que sea conveniente para la realización o para dar el siguiente paso necesario.

Sri Aurobindo. Cartas sobre el yoga.​

En este enlace puede descagarse de forma completa la carta "Encontrar al Divino".